POR QUÉ TODOS LOS MOSQUITOS ME PICAN A MÍ
Es julio, de noche, el calor le asfixia y abre la ventana buscando algo de brisa. Es entonces, en el momento de duermevela, cuando un desagradable zumbido acecha su oído alterando la paz. Este David puede a Goliat, pues los mosquitos necesitan alimentarse de sangre para subsistir. Y, aunque la picadura no comporta nada más…