En un reciente artículo la pedagoga Maite Rodríguez señala: «Implicarse no puede significar hacerle los deberes. El padre tiene que ponerse en la posición del entrenador. Un entrenador no corre con el jugador ni tiene que comer las mismas calorías, ni, por supuesto sufrir sus lesiones. Un entrenador tiene dos funciones fundamentales: organizar y asesorar con el objetivo de mejorar el rendimiento».
Recomendaciones:
-
El padre no debe de sentarse en una silla al lado del estudiante con el fin de hacerle las tareas.
-
No transmitir mensajes negativos: » no sabes hacerlo solo», «descuida, que yo me ocupo», «haces todo mal», «siempre igual»,…
-
No hay que corregir los ejercicios en casa. El objetivo no es llevarlos perfectos, sino ser conscientes de la dificultad. El profesor corrige mejor; hay que escucharle.
-
El niñ@ tiene que anotar en una agenda los deberes, lecciones a estudiar, trabajos a entregar y fechas de los exámenes. El tiene que tomar las riendas de sus responsabilidades.
-
Es aconsejable, comenzar con una tarea breve y sencilla para calentar motores y luego hacer lo menos agradable. Y para finalizar, reservar algo liviano y agradable.
-
Un reloj en la mesa ayuda a controlar el tiempo.
-
Recordar que no es posible mantener la atención ininterrumpidamente más de 40 minutos.
-
Es recomendable que la zona de estudio sea fija, intentando evitar distracciones (móvil pagado, tv, etc.).
-
Hay que comprobar que ha corregido en clase los deberes y si ha fallado, conocer si se ha dado cuenta del error.